Dentro de cada persona cuerda hay un loco luchando por salir a la luz.

sábado, 24 de febrero de 2007

¿Egoísmo, temor o indiferencia?



¿Es egoísmo, temor o indiferencia? Cuando estás con alguien a quien aprecias y lo ves hacer algo inapropiado o perjudicial para sí mismo, ¿Qué debemos hacer?

Debemos hablarlo, comentarlo o simplemente callarnos. Debemos hablarlo y arriesgarnos a perder su confianza o su amistad porque es un asunto que según esa persona no nos concierne, pues es su vida y tiene autonomía suficiente para tomar sus decisiones. O enfrentarnos a ese reto, al temor de perder su amistad, pero al menos con la sensación y la seguridad de haberle advertido del error que estaba cometiendo.

Hasta qué punto tenemos derecho a sobrepasar los límites que nos imponen los demás, ¿Cuándo llega el momento de dejar a un lado el egoísmo, de mirar a tu costado y evitar que esa persona siga haciéndose daño? Es para reflexionar, especialmente en estos días en que las personas tratamos seguir de largo y no mirar a quienes nos rodean. Mirar y descubrir que tras unas gafas se ocultan lágrimas. Que tras un hombre fuerte se esconde una persona igual de débil y vulnerable como nosotros. Y que tras una sonrisa muchas veces podemos encontrar un grito desesperado...

"Who can say why your heart cries, When your love dies? Only time...

Y tú, ¿Cuántas veces al día lo haces?


Anoche me preguntaba, ¿Cuántas veces lo hará la gente?. Fuera de lo que se hayan imaginado algunos (jajaja) seguro que es una pregunta que muy pocas veces o incluso nunca nos hacemos, y yo digo ¿Por qué?. Ya que es un acto humano que nos acerca a los demás, y que nos permite transmitir muchos sentimientos que con palabras serían difíciles de explicar. Me refiero claro está, al sencillo pero a la vez profundo acto de abrazar a alguien. Ahora se oirán unos cuantos abucheos seguro (jajaja), unos dirán "¿Un abrazo?", pero de qué va esta chica! y otros simplemente se reirán. Son reacciones normales y las comprendo, pero en realidad ¿Cuántas veces abrazamos a nuestro hermanos, a nuestro padres, a nuestros amigos, a la persona que queremos?. Puede sonar ridículo y pasado de moda, sin embargo no nos damos cuenta de lo gratificante y de lo estimulador que resulta recibir el abrazo de alguien en momentos de soledad, tristeza, y de alegría también, por qué no.


Un abrazo, cosa tan sencilla y pura que no nos lleva ni un minuto, y que no sería tiempo desperdiciado. Ya desde hace unos años un grupo de jóvenes en Australia inició una campaña, "Free Hugs", con la que pretendían repartir abrazos desinteresadamente a quien los quisiera recibir. Sin ir muy lejos, en la Festa Major de la UAB tres chicos de Veterinaria atrevidos y con espíritu muy jovial nos brindaron una muestra de este movimiento que se ha ido extendiendo por todo el mundo.


No esperemos a que un desconocido se nos acerque en la calle a regalarnos un abrazo, y no porque crea que esté mal, de lo contrario no haría referencia a la campaña de "Free Hugs", sino porque qué mejor que sea alguien cercano a ti quién te regale un segundo de su ser. Y si no es así, pues no aguardemos a que sea el otro quien se decida a venir, no vaya ser que nos quedemos sentados esperando eso que deseamos que llegue pero que quizás nunca llegará, tomemos la decisión de una vez por todas de cruzar esa barrera que nos separa siempre de los demás y regalemos un pedacito de nuestro ser.

viernes, 16 de febrero de 2007

La entrada anterior pertenece a un fragmento del libro Cartas a un joven periodista de Juan Luis Cebrián, citado en la página web de la Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano

¿Eres Periodista?


¿Qué es ser periodista? Un adagio británico resume semejante destino en el de salir a la calle, ver lo que pasa y contarlo a los demás. O sea que periodista es cualquier ciudadano que quiera hacer eso y no se necesitan ni títulos ni honores para llevarlo a cabo. Al fin y a la postre, como dicen los italianos, se es periodista porque "trabajar es peor".
Una de las condiciones primeras es la curiosidad. Los filósofos llamaban a esto capacidad de asombro, e implica una cierta ingenuidad de espíritu, un amor a lo nuevo, un estar dispuesto a dejarse sorprender cada mañana. En esa capacidad de asombro reside el fundamento del conocer y por eso la rutina es el peor enemigo de la sabiduría. Lo bueno de los periodistas, de los periodistas a secas, es que se interesan por todo, se enamoran de todo, se arrebatan por todo y para todo. Su oficio es destripar los hechos para sintetizarlos luego. ¿Haz meditado alguna vez en el aspecto que ofrece la primera página de un diario? Es un mosaico irregular en el que se mezclan las últimas noticias de la política con el partido del domingo y los crímenes pasionales. Detrás de cada uno de esos relatos hay un periodista que los escribe, pero también hay otro que los valora, que tiene la sensibilidad de sopesar objetos tan diferentes y buscar las motivaciones comunes que le llevan a depositar todos esos hechos en la primera página: aquellas que se refieren al interés del lector. O sea que un periodista necesita ejercitar el previo deseo de conocer, y en eso se asemeja a los filósofos, pero igualmente ha de sentir la necesidad de contar las cosas, y en eso se parece a los juglares.
Su pasión no se satisface sólo en la sabiduría propia, sino también en la curiosidad ajena, que ha de interpretar y que no siempre coincide con sus intereses, sus ideales o sus propios criterios.(...) Hay muchas clases de periodistas como las hay de putas -¿no las clasificó Cela en izas, rabizas y colipoterras-? Hay periodistas que escriben, otros que corrigen lo que ellos han escrito, periodistas que hablan por la radio, o quienes están detrás de una cámara de fotos o son operadores de televisión. Hay periodistas que se pasan las horas muertas tras una mesa de despacho, seleccionando cables de agencia, y los que no paran de visitar comisarías. Algunos roban documentos o regalan bombones a las secretarias de los funcionarios, y las seducen para que traicionen al jefe.
Hay periodistas que se tiran en paracaídas sobre lugares en conflicto, otros que organizan cuestaciones humanitarias, y no faltan los dedicados a hacer sociología, estadística o prospectiva. No son pocos los que se encaraman a la tribuna de la política o al pulpito de su propia religión, periodistas diputados, periodistas ministros, periodistas predicadores, periodistas detectives, periodistas oficinistas, periodistas listos y tontos, ignorantes y cultos, honestos y corruptos, periodistas que prefieren crear la noticia a encontrarla, o los que apuestan por protagonizarla ellos, periodistas que quieren ser académicos y otros que gozan con ser putos, novelistas, actores, ricos, poderosos, bohemios.... ¿Qué es común a todos ellos? Te lo repito, hermano, la curiosidad, la maldita curiosidad por saber lo que hay detrás de las puertas, debajo de las alfombras, dentro de los cajones o en el interior de las camas.

domingo, 11 de febrero de 2007

Esto lo dice todo...

Don't Speak._ No Doubt


You and me
We used to be together
Every day together always

I really feel
That I’m losing my best friend
I can’t believe
This could be the end

It looks as though you’re letting go
And if it’s real,
Well I don’t want to know

Don’t speak
I know just what you’re saying
So please stop explaining
Don’t tell me ’cause it hurts
Don’t speak
I know what you’re thinking
I don’t need your reasons
Don’t tell me ’cause it hurts

Our memories
They can be inviting
But some are altogether
Mighty frightening

As we die, both you and i
With my head in my hands
I sit and cry

Don’t speak
I know just what you’re saying
So please stop explaining
Don’t tell me ’cause it hurts no no no
Don’t speak
I know what you’re thinking
And I don’t need your reasons
Don’t tell me ’cause it hurts

It’s all ending,
I gotta stop pretending who we are...

You and me
I can see us dying... are we?

Don’t speak
I know just what you’re saying
So please stop explaining
Don’t tell me ’cause it hurts no no
Don’t speak
I know what you’re thinking
And I don’t need your reasons
Don’t tell me ’cause it hurts
Don’t tell me ’cause it hurts
I know what you’re saying
So please stop explaining
Don’t speak don’t speak don’t speak
No I know what you’re thinking
And I don’t need your reasons
I know you good I know you good
I know you real good oh

La la la la la la la la la
Don’t don’t ooh ooh
Hush hush darling
Hush hush darling
Hush hush don’t tell me ’cause it hurts
Hush hush darling
Hush hush darling
Hush hush don’t tell me ’cause it hurts

Después de tanto tiempo¡¡¡

Vaya¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ encontré la forma de entrar a mi Blog jajaja... suena curioso ya sé, pero es así. Es que la tecnología y esta servidora no son compatibles, y si a eso le añadimos el ingrediente principal de todos los platos, el típico "mañana lo hago", "más tarde", pues se hace casi imposible acordarse de que existe un Blog que hay que mantener actualizado. Pero bueno la vida es así, y la de una universitaria peor jajaja... Un besito pa' todos...