Dentro de cada persona cuerda hay un loco luchando por salir a la luz.

domingo, 31 de agosto de 2008

Añoranza, una vez más.



Recuerdos de buenos y agrios momentos,
rostros que se van desdibujando con el pasar del tiempo,
sabores, olores y texturas vuelven a ti con una ráfaga de viento,
un inesperado encuentro,
un pasado creído olvidado.

Añoranza, sí. Quizás de tiempos mejores donde todas las caras se conocían y quedaba ninguna por conocer. Tiempos donde nada tenía precio, y todo merecía su valor.

Añoranza de aquellos tiempos donde no era necesario adornar los sentimientos ni las ideas con exquisitas palabras... Todo era vida, todo sucedía, se vivía y revivía.

No es malo recordar.
Y qué bien sienta añorar,porque se sabe que es una vida vivida. En plenitud.

Qué bueno es sentarse, en silencio, la vista fija en el horizonte, y recordar. Traer al presente esos eternos momentos ya vividos. Y revivirlos, en la mente, en las letras, en tus ojos. Pero cuán mejor sienta recordar junto a otro. En compañía. Compartir, reír, añorar junto a ese otro. Junto a ti, mi amadísima y añorada amiga.

viernes, 29 de agosto de 2008

De deseo somos...


La vida, sin nombre, sin memoria, estaba sola.
Tenía manos, pero no tenía a quién tocar.
Tenía boca, pero no tenía con quién hablar.
La vida era una, y siendo una era ninguna.
Entonces, el deseo disparó su arco.
Y la flecha del deseo partió la vida al medio, y la vida fue dos.
Los dos se encontraron y se rieron.
Les daba risa verse, y tocarse.


Eduardo Galeano