
Los corazones rotos caminan solos bajo el manto protector de una lluvia intermitente.
Los amantes se encuentran escaleras arriba de camino al rellano.
Sus cuerpos son uno a la luz de un tímido foco.
Los demás vagan por la ciudad al son de una improvisada pieza de vals.
Una tragicomedia tiene lugar en la esquina del paseo.
Los transeúntes aplauden y el telón se vuelve a cerrar.
Una sonata para mis oídos en tiempos de paz.
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